Reloj

lunes, 7 de abril de 2014

Recuerdos a los que aferrarse si se acaba el mundo



Soñar que vuelas.

El vaivén de las olas rozando tus piernas en la playa.
La arena caliente de media tarde bajo tus pies y el sol que se retira hasta mañana cuando sabes que habrá más.

El primer día del verano más largo que recuerdas. Esa sensación de eternidad…

Todas las palabras que te han quedado en la punta de la lengua, a veces por suerte y otras veces por desgana…

Esa foto ya casi sin color que te golpea el estómago cada vez que la miras porque te sientes otra persona, en otro tiempo, con otra conciencia y otra mirada.

Ese beso que ensayaste cien veces y nunca diste, pero que sigue siendo tan tuyo como si fuera real.

Los cinco minutos después de saber que él también te quiere

Ese sorbo de agua fresca en el día más caluroso de tu vida.

Cuando todo tenía arreglo y parecía estar a tu alcance. Cuando te sentías inmortal.

Todas las pasiones de ascensor que has imaginado y que sólo son tuyas…

El día que fuiste capaz de pasar página y te sentiste grande. Lo poco que duró esa sensación pero lo inmensa que fue…

El final del día, ese color malva en el cielo y esa mirada en sus ojos

La punzada de ese momento en que supiste que ya no estaba y te diste cuenta de que la vida es cortísima.

Su olor en tu piel.

Todas las primeras tazas de café con leche de todas las mañanas de tu vida.

Todos los cuentos de todas las noches.Todas las lunas de fieltro y las montañas de cartón.