Reloj

lunes, 29 de diciembre de 2014

Nunca me canso



A veces sigo porque existes, porque estás, aunque no sea cerca. Porque mientras camino vienen a mi cabeza tus ojos verdes como la mar, porque saber que respiras me calma. A veces, camino porque sueño que mis pasos llevan a tu alma. Camino porque sé que en ti hay un vacío por llenar y quiero habitarlo.
Mi mundo es enorme pero cabe en unas cuantas palabras… Porque sé que en ti hay un cielo oculto bajo nubes grises y altas montañas… Porque casi siempre acierto cuando buceo en tus temores y te pido que des un paso al vacío mientras sujeto tu mano helada. Porque he visto tus fauces y tus
garras y sé que asustan pero no hacen daño… Porque nunca me canso de intentar hacerte feliz.

A veces sé que podré porque sé que crees que puedo. Porque noto tu mano en mi espalda, dándome impulso y acariciándome las alas. Porque cuando ando a tu lado, la lluvia no es tan fría y el camino se hace corto… Porque robo al tiempo cada instante que te veo, intentando fijar en mi memoria de niño tu cara. Porque guardo en mi cabeza, como un tesoro, cada una tus miradas hambrientas y sinceras. Porque cuanto más fiero es el lobo que se aloja en tu esencia sé que más me necesitas… Porque cuánto más aúlla ese lobo, más llora el niño que comparte con él tu esencia… Porque nunca
me canso de quererte.

A veces digo que sí, porque no puedo negarte nada, si no me duele. Porque prefiero arriesgar y perder que quedarme sentado y roto. Porque prefiero caer sin red a nunca saltar o convertirme en piedra y dejar que la hiedra me devore las entrañas.
Porque sé que cuando estás a oscuras, brillas y quiero que el mundo vea ese brillo que yo atisbo cuando abro tus ventanas… Porque nunca me canso de intentarlo.
A veces, bailo en silencio porque la música está en mi cabeza. Porque no importa donde habite, ni el muro que me rodee… Soy libre.

Porque a veces si hay que seguir, se sigue. Si hay que saltar, se salta. Si hay
barro al pisar, se mira al frente. Si hay ramas, se apartan. Mientras haya camino, se camina. Y cuando no lo haya, se dibuja, se imagina, se sueña…A veces, estoy porque estás, aunque disimule y parezca que no escucho y no vibro. Aunque creas que paso de largo y esquivo tus ojos voraces.
Aunque me esfuerce en decir que no importa y cierre las puertas de mi conciencia cuando pasas. Siempre llevo el alma puesta para subir a tu sombra y alcanzarte si te escapas. Porque nunca me canso de rondarte…

A veces, a pesar de que el camino sea largo y duro,  doy pasos de gigante… Sólo a veces…
Porque si es para ti, nunca me cansa.