Reloj

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Emociones Tóxicas


Nuestras emociones están ahí para ser sentidas, pero no para dominar nuestra
vida, ni cegar nuestra visión, ni robar nuestro futuro, ni apagar nuestra energía,
porque, al momento de hacerlo, se volverán tóxicas.
Sanar nuestras emociones implica prepararnos a nosotros mismos para liberarnos de las emociones negativas y tóxicas que, en definitiva, no nos ayudan a encontrar una solución. Tenemos que otorgar a cada emoción el
verdadero significado que tiene.

Por ejemplo, es normal que:
- si te han estafado, sientas rabia, pero no que salgas a romper todo...
- si te han traicionado, sientas decepción, pero no que no vuelvas a confiar nunca...
- si te han humillado, sientas vergüenza, pero no que dejes de correr riesgos...
-si te han mentido, sientas desconfianza, pero no que sientas resentimiento...
-si te han intimidado, sientas miedo, pero no que te detengas ahí...
-si no te han amado, sientas rechazo, pero no que busques ser rechazado...
-si has perdido o te has sentido frustrado en algo, sientas tristeza, pero no
que permanezcas alicaído...


Vivir significa conocerse, y ese conocimiento es el que nos permite
relacionarnos con el otro y con nosotros mismos. Si escondemos nuestras emociones, las acallamos y las ocultamos pensando que de esta forma van a
desaparecer, cometemos un error. Ellas seguirán estando ahí, solo que se hallarán confinadas en una cárcel que a lo único que nos conduce es a la confusión, la apatía y la incredulidad afectiva.
La sabiduría emocional consiste en elegir cómo nos vamos a sentir.
Las emociones no pueden ser controladas desde fuera, sino que deben
serlo desde dentro de nuestra vida. Por eso, debemos cuidarnos para mantenerlas bajo control y que no pasen a ser tóxicas.

  • Una persona con emociones tóxicas
     buscará ser amada a cualquier
     precio. Sin embargo, estar sano
     emocionalmente no significa
     depender de otros para ser feliz, sino
     del amor que uno se tiene a sí mismo
     en primer lugar.

  • Una persona con emociones tóxicas
     buscará la aceptación y el
     reconocimiento de los demás a través
     de los bienes que posee. Sin
     embargo, estar sano consiste en saber
     y reconocer que somos aceptados por
     nosotros mismos y por los demás
      independientemente de lo que
      tengamos.

    • Una persona con emociones tóxicas
      buscará el valor en el exterior. Sin
      embargo, estar sano es darse valor.

    • Una persona con emociones tóxicas da
      excesivo valor a las opiniones de los
      demás. Sin embargo, estar sano es
      construir una imagen de uno mismo
      afectuosa y positiva a través de
      palabras de automotivación.


Recuerda que lo más importante en cualquier circunstancia no es lo que pasa
a tu alrededor, sino lo que pasa dentro de ti.
Nadie puede salir de una crisis o de un dolor si permanentemente escucha de sí mismo palabras de dolor, de angustia y de fracaso.
Asimismo, ten presente que la flexibilidad es una herramienta con la cual
necesitamos contar. Tenemos que darnos permiso para equivocarnos, enfadarnos y llorar. También para sentir rabia y enojo, y para perdonarnos,     sanarnos, recuperarnos y volver a ser felices.

   • Recuerda que somos capaces de
      transformar una emoción tóxica a
      través de acciones positivas y
      debemos ser conscientes de que
     podemos hacerlo.

   • Es necesario que, aunque nos cueste,
     nos dirijamos decididamente a lo que
     sabemos que nos hace bien y nos
     genera bienestar: el cambio.


Tú puedes elegir superar sea cual fuere
la situación en la que te encuentres. ¡No
permitas que las emociones tóxicas te
acompañen para siempre! Hoy puede ser el día para cambiar de rumbo.

Hoy solo tienes que elegir por ti. En la vida tendremos problemas, dificultades,
momentos inolvidables y otros que no quisiéramos recordar, pero de todos ellos
podemos sobreponernos.

No naciste por casualidad, naciste porque tienes un propósito, un sueño que
lleva tu nombre y te está esperando.
Tu destino es la superación, el amor, la dicha, la plenitud y la vida abundante.
Estás más que capacitado para lograr tu propia transformación interior. Y vas
camino de ello. ¡A disfrutar se ha dicho!


martes, 10 de diciembre de 2013

Tu tambien le ladras a la vida??

Me he acordado hoy de aquello que me sucedía cuando iba con mi abuela andando por la calle y se cruzaba un perro. Cuando eres pequeño, no solo de edad, sino de tamaño, cualquier bicho de cuatro patas se asemeja más a un Tyrannosaurius Rex (T-Rex para los amigos) que a cualquier otra cosa. Yo era de esos que veía un perro y me escondía tras las faldas de mi abuela. "Tiene más miedo de ti que tú de él", me decía. Ingenuo yo, respondía siempre: "¿Y por qué me ladra entonces?"
Ella no sabía responder. Ahora, con unos añitos de más, me he dado cuenta que no solo los perros ladran cuando tienen miedo. Nosotros también. Cuando algo nos aterra o nos infunde cierto respeto tendemos a ladrar. A atacar con todas nuestras fuerzas.

Supongo que es una forma de defendernos. "La mejor defensa es un buen ataque", dicen por ahí. Algún chino, seguro. Ahora son todo proverbios chinos.


En fin. Atacamos. Tal cual. Tenemos miedo a lo desconocido, nos armamos hasta los dientes con lo que sea que encontramos por casa y nos lanzamos al vacío. Lo mismo pasa con las personas. Cuando nos adentramos en el inexplorado mundo de las relaciones no lo hacemos sin defensa alguna. Chaleco salvavidas, balas de fogueo, bengalas, radiobaliza y hasta botiquín. Todo y más.

Nos protegemos detrás de una armadura medieval antes de comenzar cualquier relación. Sea del tipo que sea. For example. A la hora de trabajar algunas personas se enfundan los tacones para sentir que viendo el mundo desde arriba tienen cierta ventaja. Otros, a falta de tacones se esconden tras monturas de culo de vaso que les hacen sentir más como Clark Kent que como Pepito Pérez. (Todo eso está muy bien. Pero al final vas a seguir siendo Pepito Pérez, con o sin gafas)

Ladramos. Constantemente. Lo peor es cuando dejamos de ladrar en soledad y empezamos a hacerlo en compañía, dirigiendo nuestros ladridos hacia otro ser pensante. Generalmente, nuestros ladridos impactan en aquellas personas a las que queremos.

Es así. Cuanto más quieres, más ladras. Y ladras porque, de nuevo, tienes miedo. En otras palabras: estas cagao. Querer no es fácil. La parte más difícil llega cuando dejas de ser Miss Independent y te conviertes en No sin mi...

Hay personas que viven bajo el lema: "Mejor prevenir que curar", pero lo que no saben es que siempre, siempre, acabas curando.

Todo lo bueno tiene su parte mala. Tomarte un caramelo calma tu ansia de azúcar, pero tiene como consecuencia la alta probabilidad de tener caries. Amar tiene su parte increíblemente buena. Alguien con quien compartes la pasta de dientes (lo del cepillo va más en la línea de "la confianza da asco"), con quien compartes tus emociones, tus historias, tus sueños, tus anhelos en definitiva compartes tu vida y su vida pasa a ser vuestra vida.
Pero como pasa también con el paso de los días, llega la tormenta. El cielo nos regala rayos y truenos y nosotros, cuando llegan los problemas, ladramos, rebuznamos y rugimos. All at once. Todo en uno. A ninguno nos gusta que las cosas no vayan en la dirección que queremos, pero muchas veces, en los desvíos se esconden las mejores historias; igual que, si sois fuertes, después de las peleas, vendrá la mejor parte: las reconciliaciones.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Donacion de sangre


Esta historia trata de una niña que sufría de una extraña enfermedad. Su única
oportunidad de recuperación aparentemente era una transfusión de sangre de
su hermanito de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma
enfermedad y había desarrollado anticuerpos necesarios para combatirla.

El médico explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría
dispuesto a dar su sangre a su hermana. Tras dudar un momento dió un gran
suspiro y dijo:
-Si, lo haré, si eso salva a mi hermana.

Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de
la de su hermana, y sonreía mientras el médico los vigilaba, viendo retornar el
color a las mejillas de la niña.

Pero al rato la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al
médico y le preguntó con voz temblorosa

-¿A qué hora empezaré a morirme?

Siendo solo un niño, no había comprendido al médico, pensaba que le daría
toda su sangre a su hermana... ¡Y aún así se la daba!

Da todo por quien ames. Actitud, después de todo, es todo.

martes, 3 de diciembre de 2013

Aquí me quedé yo y tu??

...Y aquí me quedo yo, luna de mis pensamientos, contemplando mi tristeza........... ¿estás?
Te quise de una manera incondicional, ángel guardián de mis noches y mis miedos. Ahora estoy, sigo, respiro y hay noches que hasta incluso te sueño y me hablas y me besas en la frente.


Los aviones pasan cerca de ti, y una estrella te acompaña, que es el brillo que te alimenta cuando estas menguando. Ahora eres la Luna, te miro y parece que puedo tocarte, y estás ¡tan lejos...!


Aquí me quedo yo, en la tierra de los humanos, y desde que no estás padezco el sufrimiento de los mortales. Soy tan simple sin tu cariño, que con tu adiós te llevaste el poder de mi fuerza de dios omnipotente...


Soy tan simple ahora.......... efímero, pequeño, casi un granito de arena........y sigo y aquí me quedo porque me dejaste en este desierto de desencuentros, el tuyo, el mío......las ganas de volver a verte una vez mas.



¿Y ahora?.... míranos, yo aquí en la tierra de los mortales ¿y tú?......Tú....
Y te fuiste así sin decir adiós... sin apenas poder despedirme de ti.

Mi interior es mi reflejo

Mi interior es lo que reflejo, soy esas chispas que se me escapan al verte, ese bosque seco que me invade al no tenerte y esa combinación de calma y caos que pasa cada instante por mi mente.
Soy esos viajes que nunca haré, y mientras intento definir si soy materia o puro sentimiento, veo el mundo desde afuera haciéndome uno con el paisaje que habito.

domingo, 1 de diciembre de 2013

1 de Diciembre Dia Mundial del Sida


Hoy es el día mundial del sida, bajo el lema "Llegar a cero" y desde mi humilde blog quiero rendir homenaje a todas aquellas personas que día a día tienen que luchar por salir adelante en una sociedad intolerante y cargada de taboos.

El rechazo social lleva a la las personas con VIH a ocultar esta condición en diferentes facetas de su vida: relacional, familiar, de pareja, laboral,… Con la consiguientes consecuencias sobre la persona y sobre la sociedad en general. Acabar con las situaciones de estigma y discriminación es una herramienta muy poderosa para hacer frente la infección, garantizando el respeto de los derechos de  quienes viven con VIH y mejorando su calidad de vida y las condiciones para hablar libremente de la infección.

La discriminación asociada al VIH y al sida vulnera derechos individuales, derechos fundamentales en algunos casos al convertir a estas personas en ciudadanos de segunda y limitarles el acceso a determinados servicios o derechos, como son la posibilidad de contratar un seguro de vida, el acceso a determinados países o la imposibilidad de ejercer algunas profesiones.

La discriminación en el trabajo para las personas LGTB con VIH es un hecho inaceptable.
La invisibilidad a la que se ven obligadas estas personas en sus empleos pone en riesgo su salud, especialmente en lo relacionado con la adherencia al tratamiento, al encontrar dificultades para justificar en el trabajo sus visitas médicas o algún periodo de baja, que afortunadamente, cada vez son menos frecuentes, gracias a la eficacia de los fármacos, pero no a la comprensión de empresarios. Si a la serofobia se une la homofobia y transfobia, el resultado es una mayor vulnerabilidad a la exclusión social.
Pero sin duda la discriminación más dolorosa es la derivada de la convivencia diaria, la que viene de nuestros círculos más íntimos.

Todavía hay muchas personas que dejarían de acudir a un comercio si el dependiente fuese una persona con VIH, cambiarían a su hijo o hija de colegio si el profesor tuviese VIH o no iniciarían o mantendrían una relación afectiva con una persona con VIH.
Todas las personas que formamos parte de esta sociedad podemos ser los unicos en cambiar todos estos aspectos.

Desde aquí mando todo mi cariño y todo mi apoyo a todas las personas que luchan cada día en esta sociedad por salir adelante y recordad que no estáis solos hay mucha mas gente como yo que os apoya.