Reloj

jueves, 17 de octubre de 2013

Y a ti, ¿qué te mueve?

Quiero compartir con vosotros esta canción. La habré escuchado sino mil, dos mil veces. Es de esas canciones que media hora mas tarde de haberla escuchado todavia sigues cantándola o por lo menos intentándolo.

Me suele pasar. Descubro una canción y no puedo escucharla solo una vez. Necesito más. Pero supongo que eso nos pasa a todos. Siempre necesitamos más de lo que nos hace sentir.
Esta mañana me he levantado temprano como todos los días, pero al mirarme frente al espejo me he quedado pensando..¿que es lo que realmente me emociona, me hace sentir algo, me pone la piel de gallina?

Estuve pensando durante un buen rato que era. Supongo que cuando eres un adolescente en plena pubertad, con más cambios de los que te gustaría, con las hormonas flotando a tu alrededor como moscas despistadas y con la ridícula idea de ser capaz de caminar sobre las aguas, entonces nada te mueve. Por lo menos, no lo suficiente.

Es entonces, cuando creces, aunque sea físicamente -abogo por la juventud mental, por sentirse niño hasta el final de los tiempos- cuando te das cuenta de las pequeñas cosas que te hacen temblar.

Tu canción favorita en la radio, la primera película que viste con Él, una visita inesperada de un amigo muy esperado, una noche de risas, una broma con amigos que tres días más tarde todavía te hace reír a carcajadas, la primera partida a la super nintendo... No sé. Hay tantas cosas...

Lo peor de todo es que no somos conscientes del valor de ciertos momentos. No. No lo somos. No intentes decir que sí porque puedes estar viviendo el momento más emocionante de tu vida y no te estarás dando cuenta. Es más. No te darás cuenta del valor de tus vivencias hasta que dejen de ser vivencias y se transformen en recuerdos.

La vida es así de traicionera. Pero también nos permite mirar atrás y ver lo bueno, únicamente lo bueno.

Recuerdo la etapa del colegio. Por aquel entonces, cada vez que abría un ojo al son del despertador, pensaba que me esperaba el infierno. Peor que eso. El sótano del infierno.
Recuerdo las risas tomando el sol, las notas entre pupitre y pupitre y los cigarros a escondidas en el baño de las chicas con mis dos mejores amigas.

Yo te digo que busques lo que te mueve,
deja que te cale dentro,
que te traspase la piel,
que se cuele por cada poro
y te emocione hasta doler.

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