Reloj

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Emociones Tóxicas


Nuestras emociones están ahí para ser sentidas, pero no para dominar nuestra
vida, ni cegar nuestra visión, ni robar nuestro futuro, ni apagar nuestra energía,
porque, al momento de hacerlo, se volverán tóxicas.
Sanar nuestras emociones implica prepararnos a nosotros mismos para liberarnos de las emociones negativas y tóxicas que, en definitiva, no nos ayudan a encontrar una solución. Tenemos que otorgar a cada emoción el
verdadero significado que tiene.

Por ejemplo, es normal que:
- si te han estafado, sientas rabia, pero no que salgas a romper todo...
- si te han traicionado, sientas decepción, pero no que no vuelvas a confiar nunca...
- si te han humillado, sientas vergüenza, pero no que dejes de correr riesgos...
-si te han mentido, sientas desconfianza, pero no que sientas resentimiento...
-si te han intimidado, sientas miedo, pero no que te detengas ahí...
-si no te han amado, sientas rechazo, pero no que busques ser rechazado...
-si has perdido o te has sentido frustrado en algo, sientas tristeza, pero no
que permanezcas alicaído...


Vivir significa conocerse, y ese conocimiento es el que nos permite
relacionarnos con el otro y con nosotros mismos. Si escondemos nuestras emociones, las acallamos y las ocultamos pensando que de esta forma van a
desaparecer, cometemos un error. Ellas seguirán estando ahí, solo que se hallarán confinadas en una cárcel que a lo único que nos conduce es a la confusión, la apatía y la incredulidad afectiva.
La sabiduría emocional consiste en elegir cómo nos vamos a sentir.
Las emociones no pueden ser controladas desde fuera, sino que deben
serlo desde dentro de nuestra vida. Por eso, debemos cuidarnos para mantenerlas bajo control y que no pasen a ser tóxicas.

  • Una persona con emociones tóxicas
     buscará ser amada a cualquier
     precio. Sin embargo, estar sano
     emocionalmente no significa
     depender de otros para ser feliz, sino
     del amor que uno se tiene a sí mismo
     en primer lugar.

  • Una persona con emociones tóxicas
     buscará la aceptación y el
     reconocimiento de los demás a través
     de los bienes que posee. Sin
     embargo, estar sano consiste en saber
     y reconocer que somos aceptados por
     nosotros mismos y por los demás
      independientemente de lo que
      tengamos.

    • Una persona con emociones tóxicas
      buscará el valor en el exterior. Sin
      embargo, estar sano es darse valor.

    • Una persona con emociones tóxicas da
      excesivo valor a las opiniones de los
      demás. Sin embargo, estar sano es
      construir una imagen de uno mismo
      afectuosa y positiva a través de
      palabras de automotivación.


Recuerda que lo más importante en cualquier circunstancia no es lo que pasa
a tu alrededor, sino lo que pasa dentro de ti.
Nadie puede salir de una crisis o de un dolor si permanentemente escucha de sí mismo palabras de dolor, de angustia y de fracaso.
Asimismo, ten presente que la flexibilidad es una herramienta con la cual
necesitamos contar. Tenemos que darnos permiso para equivocarnos, enfadarnos y llorar. También para sentir rabia y enojo, y para perdonarnos,     sanarnos, recuperarnos y volver a ser felices.

   • Recuerda que somos capaces de
      transformar una emoción tóxica a
      través de acciones positivas y
      debemos ser conscientes de que
     podemos hacerlo.

   • Es necesario que, aunque nos cueste,
     nos dirijamos decididamente a lo que
     sabemos que nos hace bien y nos
     genera bienestar: el cambio.


Tú puedes elegir superar sea cual fuere
la situación en la que te encuentres. ¡No
permitas que las emociones tóxicas te
acompañen para siempre! Hoy puede ser el día para cambiar de rumbo.

Hoy solo tienes que elegir por ti. En la vida tendremos problemas, dificultades,
momentos inolvidables y otros que no quisiéramos recordar, pero de todos ellos
podemos sobreponernos.

No naciste por casualidad, naciste porque tienes un propósito, un sueño que
lleva tu nombre y te está esperando.
Tu destino es la superación, el amor, la dicha, la plenitud y la vida abundante.
Estás más que capacitado para lograr tu propia transformación interior. Y vas
camino de ello. ¡A disfrutar se ha dicho!


martes, 10 de diciembre de 2013

Tu tambien le ladras a la vida??

Me he acordado hoy de aquello que me sucedía cuando iba con mi abuela andando por la calle y se cruzaba un perro. Cuando eres pequeño, no solo de edad, sino de tamaño, cualquier bicho de cuatro patas se asemeja más a un Tyrannosaurius Rex (T-Rex para los amigos) que a cualquier otra cosa. Yo era de esos que veía un perro y me escondía tras las faldas de mi abuela. "Tiene más miedo de ti que tú de él", me decía. Ingenuo yo, respondía siempre: "¿Y por qué me ladra entonces?"
Ella no sabía responder. Ahora, con unos añitos de más, me he dado cuenta que no solo los perros ladran cuando tienen miedo. Nosotros también. Cuando algo nos aterra o nos infunde cierto respeto tendemos a ladrar. A atacar con todas nuestras fuerzas.

Supongo que es una forma de defendernos. "La mejor defensa es un buen ataque", dicen por ahí. Algún chino, seguro. Ahora son todo proverbios chinos.


En fin. Atacamos. Tal cual. Tenemos miedo a lo desconocido, nos armamos hasta los dientes con lo que sea que encontramos por casa y nos lanzamos al vacío. Lo mismo pasa con las personas. Cuando nos adentramos en el inexplorado mundo de las relaciones no lo hacemos sin defensa alguna. Chaleco salvavidas, balas de fogueo, bengalas, radiobaliza y hasta botiquín. Todo y más.

Nos protegemos detrás de una armadura medieval antes de comenzar cualquier relación. Sea del tipo que sea. For example. A la hora de trabajar algunas personas se enfundan los tacones para sentir que viendo el mundo desde arriba tienen cierta ventaja. Otros, a falta de tacones se esconden tras monturas de culo de vaso que les hacen sentir más como Clark Kent que como Pepito Pérez. (Todo eso está muy bien. Pero al final vas a seguir siendo Pepito Pérez, con o sin gafas)

Ladramos. Constantemente. Lo peor es cuando dejamos de ladrar en soledad y empezamos a hacerlo en compañía, dirigiendo nuestros ladridos hacia otro ser pensante. Generalmente, nuestros ladridos impactan en aquellas personas a las que queremos.

Es así. Cuanto más quieres, más ladras. Y ladras porque, de nuevo, tienes miedo. En otras palabras: estas cagao. Querer no es fácil. La parte más difícil llega cuando dejas de ser Miss Independent y te conviertes en No sin mi...

Hay personas que viven bajo el lema: "Mejor prevenir que curar", pero lo que no saben es que siempre, siempre, acabas curando.

Todo lo bueno tiene su parte mala. Tomarte un caramelo calma tu ansia de azúcar, pero tiene como consecuencia la alta probabilidad de tener caries. Amar tiene su parte increíblemente buena. Alguien con quien compartes la pasta de dientes (lo del cepillo va más en la línea de "la confianza da asco"), con quien compartes tus emociones, tus historias, tus sueños, tus anhelos en definitiva compartes tu vida y su vida pasa a ser vuestra vida.
Pero como pasa también con el paso de los días, llega la tormenta. El cielo nos regala rayos y truenos y nosotros, cuando llegan los problemas, ladramos, rebuznamos y rugimos. All at once. Todo en uno. A ninguno nos gusta que las cosas no vayan en la dirección que queremos, pero muchas veces, en los desvíos se esconden las mejores historias; igual que, si sois fuertes, después de las peleas, vendrá la mejor parte: las reconciliaciones.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Donacion de sangre


Esta historia trata de una niña que sufría de una extraña enfermedad. Su única
oportunidad de recuperación aparentemente era una transfusión de sangre de
su hermanito de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma
enfermedad y había desarrollado anticuerpos necesarios para combatirla.

El médico explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría
dispuesto a dar su sangre a su hermana. Tras dudar un momento dió un gran
suspiro y dijo:
-Si, lo haré, si eso salva a mi hermana.

Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de
la de su hermana, y sonreía mientras el médico los vigilaba, viendo retornar el
color a las mejillas de la niña.

Pero al rato la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al
médico y le preguntó con voz temblorosa

-¿A qué hora empezaré a morirme?

Siendo solo un niño, no había comprendido al médico, pensaba que le daría
toda su sangre a su hermana... ¡Y aún así se la daba!

Da todo por quien ames. Actitud, después de todo, es todo.

martes, 3 de diciembre de 2013

Aquí me quedé yo y tu??

...Y aquí me quedo yo, luna de mis pensamientos, contemplando mi tristeza........... ¿estás?
Te quise de una manera incondicional, ángel guardián de mis noches y mis miedos. Ahora estoy, sigo, respiro y hay noches que hasta incluso te sueño y me hablas y me besas en la frente.


Los aviones pasan cerca de ti, y una estrella te acompaña, que es el brillo que te alimenta cuando estas menguando. Ahora eres la Luna, te miro y parece que puedo tocarte, y estás ¡tan lejos...!


Aquí me quedo yo, en la tierra de los humanos, y desde que no estás padezco el sufrimiento de los mortales. Soy tan simple sin tu cariño, que con tu adiós te llevaste el poder de mi fuerza de dios omnipotente...


Soy tan simple ahora.......... efímero, pequeño, casi un granito de arena........y sigo y aquí me quedo porque me dejaste en este desierto de desencuentros, el tuyo, el mío......las ganas de volver a verte una vez mas.



¿Y ahora?.... míranos, yo aquí en la tierra de los mortales ¿y tú?......Tú....
Y te fuiste así sin decir adiós... sin apenas poder despedirme de ti.

Mi interior es mi reflejo

Mi interior es lo que reflejo, soy esas chispas que se me escapan al verte, ese bosque seco que me invade al no tenerte y esa combinación de calma y caos que pasa cada instante por mi mente.
Soy esos viajes que nunca haré, y mientras intento definir si soy materia o puro sentimiento, veo el mundo desde afuera haciéndome uno con el paisaje que habito.

domingo, 1 de diciembre de 2013

1 de Diciembre Dia Mundial del Sida


Hoy es el día mundial del sida, bajo el lema "Llegar a cero" y desde mi humilde blog quiero rendir homenaje a todas aquellas personas que día a día tienen que luchar por salir adelante en una sociedad intolerante y cargada de taboos.

El rechazo social lleva a la las personas con VIH a ocultar esta condición en diferentes facetas de su vida: relacional, familiar, de pareja, laboral,… Con la consiguientes consecuencias sobre la persona y sobre la sociedad en general. Acabar con las situaciones de estigma y discriminación es una herramienta muy poderosa para hacer frente la infección, garantizando el respeto de los derechos de  quienes viven con VIH y mejorando su calidad de vida y las condiciones para hablar libremente de la infección.

La discriminación asociada al VIH y al sida vulnera derechos individuales, derechos fundamentales en algunos casos al convertir a estas personas en ciudadanos de segunda y limitarles el acceso a determinados servicios o derechos, como son la posibilidad de contratar un seguro de vida, el acceso a determinados países o la imposibilidad de ejercer algunas profesiones.

La discriminación en el trabajo para las personas LGTB con VIH es un hecho inaceptable.
La invisibilidad a la que se ven obligadas estas personas en sus empleos pone en riesgo su salud, especialmente en lo relacionado con la adherencia al tratamiento, al encontrar dificultades para justificar en el trabajo sus visitas médicas o algún periodo de baja, que afortunadamente, cada vez son menos frecuentes, gracias a la eficacia de los fármacos, pero no a la comprensión de empresarios. Si a la serofobia se une la homofobia y transfobia, el resultado es una mayor vulnerabilidad a la exclusión social.
Pero sin duda la discriminación más dolorosa es la derivada de la convivencia diaria, la que viene de nuestros círculos más íntimos.

Todavía hay muchas personas que dejarían de acudir a un comercio si el dependiente fuese una persona con VIH, cambiarían a su hijo o hija de colegio si el profesor tuviese VIH o no iniciarían o mantendrían una relación afectiva con una persona con VIH.
Todas las personas que formamos parte de esta sociedad podemos ser los unicos en cambiar todos estos aspectos.

Desde aquí mando todo mi cariño y todo mi apoyo a todas las personas que luchan cada día en esta sociedad por salir adelante y recordad que no estáis solos hay mucha mas gente como yo que os apoya.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Flames



Cierra tus ojos
Déjame ahora tocarte
Déjame darte algo que es real
Cierra la puerta
Deja tus miedos atrás
Déjame darte lo que tú me estás dando
Tú eres la única cosa
Que me hace querer vivir en absoluto
Cuando estoy contigo
No hay razón para fingir
Que cuando estoy contigo
Yo siento llamas otra vez
Solo ponme dentro de ti
Y yo nunca, jamás saldría
Solo ponme dentro de ti
Y yo, nunca, jamás te dejaría...


miércoles, 20 de noviembre de 2013

BARCELONA, VIDA Y MUERTE II PARTE


Esta mañana desperté desnudo en mi cama, miré hacia mi derecha y durante un eterno espacio de tiempo me quedé así, inmóvil, quieto, exhausto. Anoche Morfeo me regaló un sueño, volví a presenciar casi como la primera vez el segundo más bonito de toda mi vida. Su voz en formato susurro volvió cargada del sentimiento de aquellas palabras y avivó más si quiera el recuerdo. Su voz es la que me da vida, su voz la que cada noche se enreda en mis sabanas.Le conocí el seis de agosto, lo recuerdo como si fuera ayer.

Era el primo de mi mejor amiga, tenía un largo cabello rubio y rizado y siempre dejaba que el viento lo enredara a su paso, su piel era blanca y tenue lo que hacía que sus grandes ojos verdes resaltaran de entre su rostro como dos faros a lo lejos en la oscuridad, poseía una capacidad innata para relacionarse con la gente, le caía bien a todo el mundo, era simpático, extrovertido, alegre, optimista, inteligente, lo tenía absolutamente todo, su vida era ejemplar y completamente envidiable, todo era aparentemente perfecto y digo aparentemente porque no es oro todo lo que reluce, detrás de todas sus sonrisas y tanta alegría que tenía a regalar era un chico con millones de inseguridades en su vida, desde muy chiquitito tuvo que aprender a ser independiente, sus padres trabajaban mucho y aunque les hubiera gustado darle todo el amor que se merecía nunca tuvieron tiempo suficiente. Saltó miles de obstáculos a solas con todo el mundo en su contra.


Desde la primera toma de contacto mis ojos se fijaron en los de el, el sol de la mañana de verano le daba de frente en la cara y la luz eliminaba los apenas defectos que se podían apreciar, la linda curva de su boca dejó espacio a sus blancos dientes mostrándome la sonrisa más bonita que jamás pude ver, el era perfecto desde el primer momento y así me lo corroboró cada día de mi vida. No resultó nada difícil enamorarme de el, el problema fue  disimular la oscuridad que rodeaba mi vida para que el no se viera victima de mi tristeza, pues yo al contrario de el no afrontaba las cosas con tanta valentía, la separación de mis padres había marcado un antes y un después en mis días de niño.


Pasé muchos años a su lado, éramos absolutamente inseparables y a pesar de haber tenido miles de discusiones por segundo, los momentos buenos superaban siempre con creces los malos ratos, hasta que después de mucho tiempo con noches en llantos y días sin hablar decidimos cortar por lo sano el sufrimiento que se hallaba en nuestros corazones al no ser completamente compatibles en algunos momentos de nuestro día a día y a pesar que aún nos amábamos locamente era la mejor solución que podíamos haber tomado.Pasaron muchas chicos en mi vida, pero ya de ninguno recuerdo su cara, ni el sentimiento que me aferraba a ellos, por suerte o por desgracia el siempre estaba presente en cada una de mis relaciones, de repente encontraba gestos, maneras, miradas que se me habían contagiado de el y estaban componiendo mi vida y mi forma de ser. A todos les regalaba el mismo perfume que el solía utilizar, seguía llorando por las noches y a veces me veía envuelto en la pesadilla de que nunca más volvería a ser feliz con otra persona que no fuera el y mira que hubo hombres maravillosas en mi vida, hombres que me dieron todo, incluso más de lo que tenían por hacerme feliz, pero nunca era suficiente para disipar el recuerdo que se me había grabado del definitivo amor de mi vida. Costó aprender a vivir sin necesitarle porque siempre una parte de mi suplicaba su aliento a deshoras, como quien pide un tentempié, se va a la despensa, come algo y se sacia, pero es que yo nunca tenía lo que reclamaba a mi lado y el acumulo de impotencia de quererle y no poder tenerle crecía día tras día.


Mi vida se vio desmoronada, no podía ser feliz con nadie, echaba la vista atrás y el último recuerdo que me venía a la mente de los momentos indiscutiblemente especiales eran de cuando estaba junto a el. Ya habían pasado catorce largos años desde entonces pero le seguía echando de menos, era evidente y es que a pesar de haberme acostumbrado a vivir solo era prácticamente imposible adaptarse a un mundo en el cual nadie excepto el recuerdo de ese amor de adolescencia hacía que se mantuvieran vivas las esperanzas de volver a creer en el amor.


Las nubes grises del cielo predecían lluvia, todo apuntaba a un nefasto día metido en casa viendo la televisión, vamos, un día como otro cualquiera igual de aburrido. Mientras me fumaba el habitual cigarrillo mañanero me miré en el espejo del baño, el pelo estaba en su sitio, mi cara apagada para no variar y las habituales ojeras mías ahí intactas como de costumbre, me lavé la cara cuidadosamente dejando ver con más claridad el daño que los años estaban haciendo tan deprisa en mi rostro. El día no dejaba lugar a esperar que fuera especial. A lo largo del pasillo había desparramada ropa, en el suelo de mi cuarto había tirado una camiseta azul cielo y unos boxer a juego, era totalmente evidente, no había dormido solo. Un chico de pelo castaño oscuro había pasado la noche entre mis sábanas. Ni con tres manos contaba los hombres que habían pasado por mi cama en el último año recién estrenado, todos diferentes, unos bajos, otros altos, rubios,morenos, españoles, alemanes… Lo curioso de todo esto es que seguro que pensareis que soy todo un triunfador en eso del ligoteo y no os equivocáis, es cierto. Al principio era como un hobby, conocía a un hombre, me acostaba con el y tan fácil como venía se tenía que ir, era un alma libre y así me gustaba hacerlo saber. Cuando regresé a la habitación el hombre ya no estaba, le busqué en el salón, en el vestidor, regresé al baño y nada. Un intenso olor a café recién hecho se dejaba notar desde la lejanía, bajé las extensas escaleras de la casa hasta llegar a la cocina y encima de la mesa estaba el azucarero, una cuchara y mi pequeña taza de color pistacho junto con dos de mis galletitas, miré extrañado la situación, normalmente no se iban así sin despedirse, pero no le presté más atención que la oportuna en aquel momento.


Aprovechando ya la ocasión me senté en la silla y pegué un sorbo al café. Cuando levante la mirada del fondo de la taza mi mente se fue a las nubes dejando mis ojos clavados en el portillo de la puerta, logré bajar de ese estado de hipnosis cuando la típica canción de movistar sonó, provenía de una chaqueta que estaba colgada en el perchero de la entrada, era la chaqueta del chico. Me levanté de la silla para disponerme a coger lo antes posible el teléfono móvil con el fin de poder localizarle a través de quien le estuviera llamando. Era el, su voz corrió por mis oídos; “Sí, hola soy Lucas te llamo desde una cabina, se ve que me he dejado la chaqueta en tu casa. ¿Te ha gustado el café?” me dijo. El café estaba muy fuerte, pero bueno, no se lo dije y me ofrecí caballeroso a ir a llevarle la chaqueta. Me dejó la dirección de su casa, la reconocía, pasaba todos los días por esa calle antes de ir al trabajo por las mañanas. Me vestí con lo primero que pillé en el armario y salí para coger el coche, cinco manzanas me separaban de la casa de aquel muchacho. Cuando hube llegado miré el edificio de arriba abajo, tenía unos cinco pisos y se notaba que era una edificación nueva. Subí hasta el tercero A, toqué el detonante timbre de la derecha de la puerta y en un santiamén me abrió. Me recibió con una amplia sonrisa. Antes de entregarle la chaqueta me dio dos eufóricos besos en la mejilla y empezó a hablar avivadamente disculpándose, me tomó de la mano y me entró sin preguntarme. La casa estaba patas arriba y se notaba que estaba de mudanza, había cajas por todos lados y piezas de muebles envueltos en papel de burbujas por el suelo. Terminó de hablar de cómo había llegado hasta allí y presencié un silencio mientras el se daba cuenta de que no me había enterado de nada a lo que reaccionó rápidamente para continuar hablando cuando de repente oí el chirrido de la puerta situada a mi espalda, en un impulso natural me giré para ver lo que pasaba. Metro setenta y cinco, pelo suelto y rizado y una camiseta ajustada de tirantes, un hombre estaba de espaldas a nosotros y sujetaba una pesada caja entre las manos intentando sacarla de la habitación estratégicamente para que pudiera caber por la puerta. “¿Necesita ayuda?”, me ofrecí. Dejé la chaqueta encima de un par de cajas amontonadas y caminé hacia el con fin de ayudarle. Sostuve la caja con las dos manos, levanté la mirada y a medida que subían mis ojos podía ver una sonrisa sonrojada en la cara de aquel muchacho.

Avancé mirándole hasta que llegué a su cabello, el brillo de su piel, el verde resplandor de sus ojos, el rubio de su pelo y la curva de su boca. ¡Era el! Un silencio absoluto inundó la habitación durante prácticamente los dos minutos más largos de toda mi existencia, mis ojos se clavaron en los de el sin apenas parpadeos, las pupilas de sus ojos se dilataban, su rostro por si dudaba que fuera posible perdió color, sus manos colgaban de su cuerpo inertes y yo no sé ni cómo logré sujetar aquella caja cuando mi corazón y el mundo se habían detenido para mí. No bastó decir nada en ese momento, las palabras estaban demás, con aquellas miradas nos decíamos todo. Noté en sus ojos el mismo brillo de cuando me solía mirar. El joven moreno hablaba sin surtir efecto en nuestros oídos; “¿os conocéis? Toda mi vida había girado en torno a ese preciso momento, el momento de volver a encontrarle, teníamos tantas cosas de que hablar, narrar catorce años de su ausencia, que fue de mí, de mi vida, mi familia, mi trabajo, si viajé, si tuve novios, si no y de el más de lo mismo. La verdad es que no importó mucho, todo eran habladurías, el estaba ahí enfrente mía, y el mundo de mi alrededor había desaparecido completamente. Llevé la caja hasta el suelo para tener las manos libres, acaricié su rostro con mis dedos sin aun creer que el fuera real, mi subconsciente podría haber estado engañándome porque es que había soñado tantas veces con ese momento que hubiera sido normal discrepar completamente de la credibilidad de aquella situación. Sin mediar palabra le besé en los labios y experimenté de nuevo aquel sentimiento oxidado que andaba dentro de mí. Fue la sensación más bonita jamás experimentada. Antes de que mi sistema nervioso volviese a su correcto funcionamiento y mientras le seguía acariciando el consiguió un aliento que le dejó susurrar las palabras con más sentimiento que he escuchado en toda mi vida; “TE HE ECHADO DE MENOS”.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Gay

Soy gay.
No soy una enfermedad, yo no soy un problema
No soy una aflicción
No necesito tratamiento.
Yo no necesito ayuda
No estoy enfermo
No estoy confundido
No soy un pecado.

Soy gay.
Soy tu hija
Tu hermana
Tu amigo
Tu compañero de trabajo
Tu compañera de clase
Tu amigo
Un completo desconocido

Soy gay.
Necesito el amor, al igual que tu
Necesito sonrisas
Necesito apoyo
Necesito un abrazo
Necesito un amigo
Necesito una familia
Necesito aceptación
Necesito entender
Te necesito

Soy gay.
Yo sé lo que es el amor
Yo sé lo que es dolor
Yo sé lo que es el odio
Sé cómo es la vida

Soy gay.
Y necesito que me quieras
De la misma manera que me amabas antes de saberlo


Soy gay.
Y yo he experimentado el odio
De más gente como tu

Soy gay.
Y no voy a cambiar.
No voy a renunciar.
No voy a retroceder.
No voy a fingir.
No voy a mentir.
No voy negarlo.
No voy a esconderme.
No voy humillarme.

Soy gay.

Y eso está bien.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Si me cambian los recuerdos

¿Cuantas veces hemos deseado borrar un día , un instante, un momento..hasta un año de nuestras vidas, borrarlo todo y vaciar nuestra memoria? ¿Cuantas veces deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo, recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar?

Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continue su paso y se marchan con lagrimas y un largo adiós.

 Si deseáramos en algún momento perder completamente la memoria y nos aferráramos por ejemplo a la frase "Comenzar de nuevo". ¿cuantas cosas nos perderíamos? Serian como aquellas cosas que se pierden accidentalmente en una mudanza y luego se echan de menos. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados. Quedarían atrás los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o ultima vez que vimos a un ser querido, los abrazos mas cálidos, el día que pensamos que se iba a caer el mundo, el dolor mas hermoso, la sonrisa mas esperanzadora.

¿En realidad comenzamos una nueva vida o matamos otra llena de recuerdos? Dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar un futuro perfecto que no existe o un pedazito de cielo donde no sabemos que nos espera. ¿Vale realmente la pena perder la memoria?

sábado, 9 de noviembre de 2013

El pozo de la humillacion

Puede una risa, una mirada, un gesto, hundir a una persona en lo mas hondo de un pozo??

Os puedo asegurar que si, así es como me siento yo en estos momentos, me siento mal, me siento defraudado con la sociedad con la que me toca convivir día a día, cada día me siento con menos fuerzas de seguir luchando con todo esto.

Lo mas triste de todo esto es que es por el simple hecho de ser gay, no se supone que a estas alturas y en el año en el que vivimos no tendría que ser un problema, de que sirven unas leyes si cada vez que pones un pie en la calle te toca exponerte a una sociedad homofoba, franquista y fascista.

Solo nosotros sabemos por lo que tenemos que pasar, por las humillaciones que nos toca aguantar por el simple hecho de querer a alguien. Yo NO elegí nacer así, acaso tengo que pedir perdón por ser gay, yo no soy el raro, los raros son ellos que aun se asombran por ver a dos chicos cogidos de la mano.

No me pueden hacer sentir mas odio por ellos, el resentimiento crece dentro de mi cada dia mas, solo le pido a dios que ponga a cada uno en su lugar y les de lo que se merecen.

Y con esto me despido diciendo que "viva" la gente de pueblo por su tolerancia hacia los homosexuales, un besito a todas las reprimidas de este pueblo de mierda, gracias por hacer nuestra vida tan "agradable"

viernes, 8 de noviembre de 2013

Sueños de otro mundo

Buenos días queridos seguidores del blog, por fin se avista el fin de semana en el horizonte y ya llegamos al viernes.
Hoy os quiero contar el extraño sueño que tuve anoche, se me mezclan los recuerdos pero lo poco que he podido recordar, perseguía unas luces en la oscuridad de la noche, unas luminarias que dieron paso a unas espectaculares naves espaciales tan reales que me desperté sobresaltado del sueño pensando si había sucedido en realidad.

Este sueño me ha hecho reflexionar acerca del universo y de todo lo que nos rodea, sinceramente creo que NO estamos solos en el universo, seria absurdo pensar que el milagro de la vida solo se dio en nuestro planeta tierra, con la cantidad de millones de planetas y estrellas que habitan la galaxia.

Me encantaría que algún día los científicos, la NASA o quien sea, nos dieran la noticia de que han encontrado vida inteligente en otro planeta,seria una maravilla que a millones de años luz o incluso mas cerca hubiese otro planeta como el nuestro, no os gustaría??

Aunque lamentablemente pienso que eso nunca llegará a pasar o yo por lo menos no llegaré a poder verlo, primero porque el encubrimiento por parte de los gobiernos es una larga sombra acechando y segundo que conforme esta el planeta tierra hoy en día, me parece que pasarían de largo hasta el siguiente.

Que tengáis un feliz fin de semana y ser precavidos con lo que soñáis no se hagan realidad y tengamos mas de una invasión a la vez.

Un beso y gracias a tod@s los que me leéis y seguís.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Porque las buenas personas están destinadas a sufrir siempre??


Esta es la pregunta que día a día mi mente se hace al despertar, porque las buenas personas son las que más sufren? Las que se llevan siempre la peor parte de todo? Enserio es cierto eso de que el tiempo pone a cada uno en su  lugar y le da lo que se merece? Empiezo a creer que esto se lo invento alguien al que la vida no le daba más que disgustos y para consolarse dijo: “Este refrán servirá a futuras generaciones y les dará un hilo de esperanza”

Mientras España se muere literalmente de hambre, la otra media se dedica a robar, extorsionar y recortar, una buena mecánica para asfixiar y dejar sin sustento a media España, mientras la otra vive de Puta madre (perdón por la expresión pero no se me ocurre otra mejor para decirlo claramente)

Los albergues que antes daban cobijo a unas cuantas miles de personas, han empezado a no poder dar abasto, familias de clase media que no tiene ni un triste plato que llevarse a la boca, que viven si tienen la “suerte” de la pensión de jubilación del abuelo, las otras que no tiene esa “suerte”, o comen en los albergues, o mal comen de la comida que tiran los supermercados (siempre y cuando no la llenen de aguarrás y lejía)

Y mientras el otro resto de España, la de los ladrones y los chorizos, se llena los bolsillos y cobra sueldos millonarios… Enserio esto es justo?

Cada día que pasa me siento más avergonzado del país en el que vivo y de ser español, no me siento orgulloso de vivir en este país, si me pudiera mudar a marte, la luna o cualquier otro planeta lo haría sin lugar a duda

Así son las cosas y así os las he contado, un abrazo de vuestro amigo                            
                                               
                                                               Dani Yamir